Tom Waits, entra en mi cuarto, que en realidad es el living. Camina sin apuro, tampoco hay tanto espacio como para correr. Tiene un piloto que chorrea agua y me arruina el plastificado que no pienso secar. Está el señor Tom Waits en la sala.
Me tranza son permiso y me tiñe el corazón de tinta de calamar o algo parecido porque quedó oscuro, precioso.
El señor Tom Waits se retira del honorable living-cuarto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario