lunes, 9 de julio de 2018

Provienen del plasma de la sangre



    No estaba atenta a que le estaban bajando la luna. Esa noche estrenaba botas de lluvia y estaba saltando en los charquitos, que porque estabas bajando la luna, se hacían más grandes entre salto y salto. No estaba atenta a que le estaban bajando la luna porque en los charcos que crecían crecía su reflejo y la entristecía tanto tantísimo tener que verse la cara. Espejos acuáticos de mierda creciente, solo eso podia pensar. Ese día la luna sanguínea combinaba con las botitas de luvia nuevas. Y mientras él pelaba tubos, se hacía cayos en las manos y pulveriza sus dientes apretandolos con fuerza, ella se ahoga en su reflejo, que crecía por la luna y porque ella llora con gota gorda y lloraba de tanta tantísima tristeza de tener que verse la cara. Y a ella se le enfrutilla la cara de sollozar y a él le sale la misma fruta en las manos de tirar. Qué son las mismas frutas que combinan con las botas y la luna.

9 de Julio


Hoy voy a estar en piyama y llorar todo el día solo un poco porque tengo abstinencia de esa sensación y otro poco por algo que no sé muy bien. Voy al oriental de la esquina por provisiones. Hace mucho frío en este día patrio como para helado. Me compro un chocolate y una sopa instantánea porque no me alcanza la plata para nada más. Aunque no fui con un adulto responsable y soy mi única compañía me pierdo entre las góndolas y me indigno de los alimentos que suplantan el chocolate por algarroba.
Mientras espero en la fila ser atendida recurro a la memoria emotiva para empezar a llorar y ahorrarme el tiempo de llegar a casa. Si todo sale como lo espero se me caerá la llave antes de abrir la puerta y eso sera lo que me hará romper en llanto. No llego a acumular la emoción que me abren la otra caja y me hacen pasar primera. Pago la sopa y el chocolate con caramelos. Le susurro a cajero que porfis me venda opio.
PORFIS VENDEME OPIO. A vos bombón, te lo regalo. Oriental pajero. Consumo, consume. Nos miramos fijo con los ojos achinados. ¿Tensión sexual? Soy Stan Raven y veo como en unos segundos me va a atragantar con su lengua de reptil. Antes de que pase eso le confieso que cuando jugaba a los Power Rangers “Quiero ser la amarilla pero canto no ser china”. Ofendidísimo me echa del local y me voy sin pagar.
Si sabía eso me agarraba más chocolates.