lunes, 9 de julio de 2018

9 de Julio


Hoy voy a estar en piyama y llorar todo el día solo un poco porque tengo abstinencia de esa sensación y otro poco por algo que no sé muy bien. Voy al oriental de la esquina por provisiones. Hace mucho frío en este día patrio como para helado. Me compro un chocolate y una sopa instantánea porque no me alcanza la plata para nada más. Aunque no fui con un adulto responsable y soy mi única compañía me pierdo entre las góndolas y me indigno de los alimentos que suplantan el chocolate por algarroba.
Mientras espero en la fila ser atendida recurro a la memoria emotiva para empezar a llorar y ahorrarme el tiempo de llegar a casa. Si todo sale como lo espero se me caerá la llave antes de abrir la puerta y eso sera lo que me hará romper en llanto. No llego a acumular la emoción que me abren la otra caja y me hacen pasar primera. Pago la sopa y el chocolate con caramelos. Le susurro a cajero que porfis me venda opio.
PORFIS VENDEME OPIO. A vos bombón, te lo regalo. Oriental pajero. Consumo, consume. Nos miramos fijo con los ojos achinados. ¿Tensión sexual? Soy Stan Raven y veo como en unos segundos me va a atragantar con su lengua de reptil. Antes de que pase eso le confieso que cuando jugaba a los Power Rangers “Quiero ser la amarilla pero canto no ser china”. Ofendidísimo me echa del local y me voy sin pagar.
Si sabía eso me agarraba más chocolates.

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